Siempre tenemos elección, es cierto que hay días
difíciles, complicados y que te sientes víctima del mundo, hasta de ti mismo,
agotados por todo; miras el rostro de tu hij@ y justo en ese momento como
en una película a cámara lenta, esa sonrisa que vas viendo como comienza, la
mirada cómplice llena de picardía, la evolución de sus gestos, que están llenos
de una comprensión que ve más allá de lo que podemos si quiera sospechar y
entonces... te derrites, y se va por el desagüe, el cansancio,
pesimismo, desánimo, tirando de la cadena sueltas todo lo negativo; recuperas
las razones que hablan desde el corazón.... al alma, desde la luz de su mirada,
sabes que tienes un arma secreta, que nos hace remontar, siempre, además
estoy segura que somos muchos padres que nos pasa lo mismo.
Ya has vuelvo a
reconectar y recordar la razón para ser feliz, dar otro paso más, día a día
buscando maneras de conectar con tu felicidad, positividad, aunque todos
sabemos que es una montaña rusa diaria en la que no sabes que ocurrirá en el
segundo siguiente, pero yo por ahora elijo ser feliz, agradecida por ese
segundo de plenitud con tu sonrisa.
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