viernes, 5 de febrero de 2016

Perfecta imperfección

¿A qué viene este título? Pues nada yo te lo cuento... hace poco he reiniciado mi vida social y me he apuntado a un par de talleres de ganchillo..... si; has leído bien, me he dejado atrapar por la tentación y el vicio... pero como todo tiene su preciosa filosofía que  me enseña... ya sabéis somos constantes aprendices en  evolución.  Me he animado a  hacer una colcha, que Sabina nuestra profesora de ganchillo, que es una pasada además de  paciente y encantadora... (por si lo lees aquí te queda), en la Asociación ANDA, bien pues me ha llevado un ejemplo de mantita que ha intuido me podía gustar y...¡¡ acertó¡¡ menuda es nuestra Sabina.
Uno de los días una persona haciendo una preciosa figurita, comenzaba de nuevo cuando se equivocaba; a pesar de que la proponían alternativas... ella decía ¡¡NO¡¡ o se hace bien o empiezo de nuevo...
 Toooooooooooda esta introducción que quizá te haya aburrido, además de preguntarte ¿ que tiene que ver con mi hijo?  ahora te lo aclaro, empecé mi mantita, según avanzaba iba viendo los errores y decidí, dejarlos conscientemente, para que un día, cuando mis hijos la tengan entre sus manos, siguiendo los dibujos, viendo las imperfecciones, sonrían con ternura sabiendo que son perfectos como son,  que esa manta les envolverá del amor  y aceptación de su  madre, llena de imperfecciones, me vino genial ver lo exigentes que nos volvemos, lo llamamos perfeccionismo, pero es rigidez disimulada, en la que no NOS permitimos errores, por lo tanto no se los permitimos a nuestros hijos, entonces esa rigidez, esa rectitud, se la imponemos a ellos y todo eso esconde... falta de aceptación, solo tenemos que mirar hacia dentro y gracias a eso decidí que me voy a permitir fallar, no ser la madre, persona, terapeuta, esposa, amiga, etc... "perfecta", porque cuanto mayor sea mi flexibilidad hacia mí misma, mayor será hacia mi entorno, familia, amigos, la vida, todo esto sumado y bien mezclado nos lleva a la aceptación, de nosotros mismos y de nuestros hijos, de la vida que nos rodea, por lo tanto a crecer como personas y como familia.